¿Fátima Florez, será nuestra Primera Dama?

El entorno femenino que rodea al futuro presidente argentino, Javier Milei, es un tema de incredulidad y fascinación en el país, desde su influyente hermana hasta su candidata a vicepresidenta, su maquilladora personal y su novia, Fátima Florez, una conocida imitadora de Cristina Fernández.

La presencia de Fátima Florez en el búnker de La Libertad Avanza se volvió tendencia después de celebrar la victoria de su novio y la posibilidad de convertirse en la Primera Dama. Vistiendo un discreto vestido negro, la humorista acompañó a Milei en su discurso frente a la militancia en el Hotel Libertador.
A pesar de rumores de separación durante la campaña, la aparición de Fátima Florez en el búnker y en el escenario despeja cualquier especulación. La posibilidad de que se convierta en la próxima Primera Dama queda abierta, aunque deberá decidir si prioriza su carrera profesional o prefiere desempeñar un papel más protocolar al lado del mandatario.

Fátima Florez y el rol que cumpliría como primera dama
Después de la victoria de Javier Milei en el balotaje que lo declara Presidente electo, surgió en las redes la incertidumbre sobre si Fátima Florez se convertiría automáticamente en Primera Dama por ser la novia del candidato.
En la República Argentina, el cargo y título protocolar de Primera Dama o Primer Caballero se concede al cónyuge, pareja o familiar del Presidente en funciones. En caso de ausencia, este título se otorga a la persona que desempeñe funciones protocolares en viajes y ceremonias oficiales en representación del presidente. La elección, denominación y definición de responsabilidades asociadas a este cargo, vinculado al protocolo ceremonial presidencial, recae en el presidente en funciones.

Históricamente, la esposa del presidente ha ocupado este cargo, pero en los últimos años, tanto el esposo como la pareja de hecho del presidente han asumido dicha posición. En ocasiones, las hijas del presidente han desempeñado funciones protocolares sin llevar el título de Primera Dama, y en algunos casos, se ha rechazado dicho título. Al igual que en otros países, la figura de la “primera dama” ha sido objeto de cuestionamientos debido a sus connotaciones de género.
La tradición de establecer el título protocolar de “primera dama” se originó en Estados Unidos durante las presidencias de James Buchanan (1857-1861) y Abraham Lincoln (1861-1865). Sin embargo, su uso se generalizó en las repúblicas sudamericanas después de 1930. La tabla incluye aquellas repúblicas donde hay constancia referenciada de que el título de “primera dama” ya se utilizaba en esa época.