Metilmetacrilato: la sustancia que destruyó la salud de Silvina Luna

Después de pasar 79 días en estado crítico en el Hospital Italiano de Buenos Aires, la familia de Silvina Luna tomó la decisión de desconectar los equipos que la mantenían con soporte vital, y unas horas más tarde ella falleció.
En 2011, su salud comenzó a deteriorarse después de someterse a un procedimiento estético realizado por el doctor Aníbal Lotocki. Este médico, que luego fue sentenciado a cuatro años de prisión, le inyectó polimetilmetacrilato (PMMA) en los glúteos, lo que provocó una serie de complicaciones médicas.

Con el tiempo, las secuelas de esta intervención estética se volvieron más graves. La modelo sufrió hipercalcemia e insuficiencia renal, lo que la obligó a someterse a tratamientos de diálisis durante cuatro horas al día, tres veces por semana. Incluso estuvo en la lista de espera del Incucai para un trasplante de riñón.
Silvina Luna explicó en una entrevista que las presiones sociales y la búsqueda de cumplir con un estereotipo de belleza la llevaron a someterse a la operación. La intervención estética consistió en una extracción de grasa de su cintura, que luego se mezcló con PMMA para realizar un relleno en los glúteos.
El PMMA es un tipo de plástico descubierto en Alemania en 1902 y se usó inicialmente como sustituto del vidrio debido a su resistencia. En medicina, se utiliza en prótesis dentales y óseas, así como en cementos para unir piezas.
Si bien en el pasado se aprobó su uso en pequeñas dosis para tratar surcos y depresiones en la piel facial, su uso en grandes áreas del cuerpo como muslos y glúteos, como en el caso de Luna, probablemente superó ampliamente la dosis segura y se mezcló con otras sustancias.
Recientemente, en diciembre de 2022, la ANMAT prohibió el uso de PMMA en productos cosméticos y en higiene oral odontológica cuando se usa en forma de microperlas o microesferas.
El nefrólogo y cardiólogo Gabriel Lapman explicó que el PMMA, un polímero no biocompatible, generó en Luna granulomas que resultaron en hipercalcemia, causando nefrocalcinosis y, finalmente, insuficiencia renal. El PMMA es inyectable en algunas circunstancias, como en lentes intraoculares, pero se reemplaza por otros productos en la estética, como el ácido hialurónico.
En resumen, Silvina Luna sufrió consecuencias graves debido a la inyección de PMMA en una operación estética, lo que generó una serie de complicaciones médicas que finalmente resultaron en su insuficiencia renal y, trágicamente, en su fallecimiento.